No te preocupes, en su lugar confía
¡Confía y
deja de preocuparte!
“No se
preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y
denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios,
que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su
mente mientras vivan en Cristo Jesús.”
Filipenses
4:6-7
“Así que no se preocupen por todo eso diciendo: “¿Qué
comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?”. Esas cosas dominan el
pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus
necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una
vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.”
Mateo 6:31-33
Con el tiempo he aprendido que preocuparme está demás, y es
que en ocasiones la preocupación que sentía al ver que las cosas que salían de
mi control me llevaba a turbarme por completo, afanarme en buscar una
respuesta, pero sobre todo parecía que me desconectaba de Dios, pues elevaba mi
problema a un punto tan alto que me olvidaba que para que Dios no hay nada
imposible y que es Él quien dicta la ultima palabra.
Es difícil no preocuparse cuando las cosas se van de nuestro
control, pero cuando la preocupación conquista todo nuestro ser y opaca a
nuestra fe, entonces esa preocupación se convierte en un problema mayor que el
que se supone que la provoco.
Y es que la perdida de la fe es el mayor problema que podemos
tener, no hay otro problema más grande que dejar de confiar en la mano poderosa
de Dios. Y en este punto quizá algunos digan dentro de si: “Yo nunca he dejado
de confiar en Dios”, y la verdad es que quizá nunca han dicho que han dejado de
confiar en Dios, pero nuestros hechos, nuestras acciones, nuestra preocupación,
ansiedad, afán y todo aquellos que es provocado por una excesiva preocupación
por las cosas que no están pasando son el reflejo de que hemos olvidado que es
Dios quien tiene la última palabra en eso que tanto nos aflige.
Yo quiero invitarte a demostrarle a Dios que confías
plenamente en Él y en lo que va hacer en esa situación que tanto te afligía.
Demuéstrale que confías en Él manteniendo la paz en tu corazón, no
desesperándote, no tomando decisiones precipitadas, sino que confiando, alabando
a Dios y adorándolo en medio de cualquier valle de preocupación que estés
atravesando.
Demostrémosle a Dios que confiamos en el, que el afán y la
turbación no conquisten nuestro ser, que la fe en Dios sea cada día más grande,
que nuestros ojos no vean los problemas que nos rodean sino al Dios que trae
consigo la solución.
No permitamos que esas cosas que se han escapado de nuestro
control nos roben el gozo, no permitas que la preocupación extrema en eso de lo
que ya no puedes hacer nada te robe la sonrisa, al contrario, cuando las cosas
ya se han escapado de nuestro control y no hay nada más que hacer de parte
nuestra, lo único que deberíamos hacer es sonreír y ver al cielo, confiando y
creyendo que Dios viene en camino con una respuesta que superará nuestras
expectativas y que será la recompensa de nuestra fe, esa fe que se mantuvo
intacta a pesar de los graves problemas que nos ha tocado enfrentar.
Hoy solo puedo decirte que no te preocupes, que en su lugar
confía en lo que Dios ha de hacer, porque cuando confiamos en Dios, Él honra
nuestra fe y da mejores respuestas de las que pensamos que podrían existir.
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Qué pasa cuando las cosas no salen como yo esperaba?
No te preocupes, en su lugar confía
Reviewed by Maya
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sábado, febrero 06, 2016
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