La Fe es un espíritu
Existe algo que solo los hijos de Dios poseen: la fe según
Dios. Sin fe es imposible agradar a Dios. Aquel que cree atrae la atención del
Señor sobre sí. Claro está que la santidad también agrada al Señor, pero nada
lo atrae como la fe. A la verdad la fe es un tipo especial de santidad. Aquella
mujer que sufría de flujo rompió la ley al tocar en las vestiduras del Señor.
Por la ley ella no podía tocar en nadie, pero aun así la fe de aquella mujer
hizo que el Señor detenga a toda la multitud.
La fe es la cosa más importante a los ojos de Dios. En la
esfera del espíritu la fe simplemente destruye las obras del diablo, por eso él
siempre intenta mantenernos en la esfera de los sentidos. Muchos solamente dan
atención a lo que ven, escuchan y sienten. Mientras permanezcas en la espera de
la fe eres vencedor, pero cuando el enemigo consigue mantenerte en la esfera de
los cinco sentidos eres derrotado.
Nosotros no enseñamos la fe de la forma como la nueva era lo
hace. Ellos enseñan que lo importante es tener fe, sin importar en qué. Creen
en la fuerza de la fe por sí misma. Es una forma de auto sugestión. Pero eso es
absolutamente falso. Es vital saber en quien crees.
La fe es un
espíritu.
“Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que
está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual
también hablamos”. 2Co 4:13
Observa que la fe no es una cuestión de fórmula, sino de
espíritu. Pablo dice que tenemos el mismo espíritu de fe de Abrahán, Moisés o
David. Ya que la fe es un espíritu, ella es contagiosa y por eso puede
esparcirse. Cuando tenemos a alguien en la célula lleno de fe, toda la
atmosfera de la reunión es saturada de fe. En el mismo principio, cuando
alguien aparece diciendo las diez razones porque él no puede hacer algo, el
espíritu de incredulidad se esparce por todo el ambiente, porque la fe es un
espíritu.
Tú debes recordarte del día en que los doce espías fueron
enviados a espiar la tierra de Canaán. Después de los cuarenta días ellos
volvieron y diez de ellos dijeron: “no podemos conquistar esa tierra.
Las
murallas son muy anchas, los gigantes muy altos y nosotros somos muy pequeños”.
Pero dos de ellos, Josué y Caleb, dijeron: “ni temáis al pueblo de esta tierra;
porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y
con nosotros está Jehová; no los temáis” (Nu 14:9).
Toda la nación creyó en los diez espías y por causa de eso
murieron en el desierto, pero en relación a Caleb el Señor dijo que en él había
un espíritu diferente. ¿Qué es lo que había en él? Un espíritu de fe. Que Dios
pueda decir de nosotros que tenemos un espíritu diferente.
Cuando
creemos hablamos
En la segunda parte de 2 Corintios 4:13 Pablo dice: “Creí,
por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos.”
Nuestra fe es liberada en nuestras palabras. Simplemente no podemos creer en
silencio. Si crees en algo, habla en voz alta.
La manera como ejercemos fe es muy simple: creemos y
hablamos. ¿Cómo recibimos la salvación? Claro está que es por la fe. Pero ¿Cómo
ejercemos esa fe? Simplemente hablando.
La fe y las
obras
Fe es la moneda del cielo. Pero frecuentemente el enemigo
enviará a alguien para decirte que creer y confesar no es suficiente, que debes
hacer alguna cosa. Ciertamente te dirán que antes de ejercer fe tienes que
tener una vida santa. El enemigo te dirá: “tú tienes problemas con la ira y
también con la impureza, ¿Cómo crees que apenas creer y hablar será
suficiente?” La verdad es que él está con miedo de que comiences a andar en fe.
La Fe es un espíritu
Reviewed by Maya
on
martes, noviembre 22, 2016
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